Aunque el invierno se haga demasiado largo y a veces parezca que va a durar para siempre, la primavera ya asoma a la vuelta de la esquina y solo falta poco más de un mes para que comience la estación más bonita para nuestros jardines.Para que saques el máximo al tuyo, hemos consultado a una empresa de jardinería que ha compartido con nosotros algunas claves para que las plantas y flores crezcan fuertes y sanas. Toma nota y haz que tu jardín luzca más bonito que nunca.
HAZ UNA LIMPIEZA DEL JARDÍN
Antes de ponerte manos a la obra con cualquier otro tipo de trabajo, comprueba el estado de tu jardín tras el invierno y revisa los daños que pudieran haberse producido.Siempre es bueno llevar a cabo una limpieza superficial para despejar el jardín que te permita realizar con más facilidad los posteriores trabajos y cuidados.
RETIRA LAS MALAS HIERBAS
¿Vas a plantar flores en tu jardín? Entonces, comienza eliminando las malas hierbas ya que estas plantas, además de afear el entorno, pueden quitar alimentos y nutrientes a otras plantas.Puedes optar por herbicidas sostenibles e inocuos para el resto del jardín o, si lo prefieres, por opciones alternativas no tóxicas y menos agresivas.
PODA TUS PLANTAS
Una poda en primavera estimulará el crecimiento de tus plantas. El mejor momento para hacerlo es cuando empiezan a florecer, para así evitar dañar las futuras flores que crezcan en ellas.
SIEMBRA NUEVAS SEMILLAS
La primavera es la estación en la que las plantas están más activas facilitando el enraizamiento. El clima primaveral hace posible que las raíces se adapten al entorno sin riesgo de sufrir deshidratación.Si tienes césped, también es un buen momento para aprovechar y resembrar nuevas semillas en las calvas que necesites regenerar.CORTA Y
ABONA EL CÉSPED
En primavera es necesario intensificar los cuidados del césped y realizar un mantenimiento más constante del mismo, cortándolo una vez por semana. Eso sí, evita hacerlo durante las horas en las que la luz solar sea más intensa para que la superficie no se queme.El abonado permitirá que el césped se mantenga denso y saludable durante los meses siguientes. La mejor opción es optar por un abono universal de larga duración para abonar el césped, más o menos, una vez cada tres meses.
