Cuanto menos os lo esperéis habrán llegado las temidas festividades Navideñas y digo temidas porque, si os encargáis como yo de las comidas y cenas navideñas de toda la familia, seguro que sólo pensáis en los momentos más engorrosos: el antes y el después. En el antes incluyo desde el momento de pensar el menú hasta el momento de montar los platos y la mesa pasando por el momento de pensar la distribución de la gente y los platos en la mesa. El después, os lo podéis imaginar, hacer el cambio de platos del primero al segundo hasta llegar al postre, recoger, limpiar y dejar la casa como si allí no hubiese pasado nada. ¿Cuánt@s os sentís identificad@s?/p>
Con el paso de los años me he hecho con una lista de trucos que han ido facilitándome la tarea consiguiendo quedar bien a la vez que resultarme mucho más cómodo. Hoy he decidido compartirlo con vosotros para que podamos intercambiar opiniones y, ¿por qué no? Seguir mejorando año tras año. A ver, es normal meter la pata y nunca llueve a gusto de todos por lo que no es de extrañar que siempre haya alguien que no esté conforme. Pero, como yo suelo decir, si no les gusta que se encarguen ellos...
Vamos con los consejos...
De aquellos platos que triunfen, de los que no, de los que te cueste hacer, de los que no, de los que puedas hacer con tiempo, de los ingredientes que necesites comprar...
Te permitirán tener una visión global de lo que funciona y lo que no, podrás ver qué triunfó y qué no y planificar la nueva comida acorde con tu experiencia. Creemos que podemos acordarnos con el paso de los años pero no es así, se nos olvidan esas cosas con mucha facilidad. Más si somos mujeres multitask que además cuidamos de nuestras familias, trabajamos y demás.
Te sorprenderá lo que este tip te facilita la vida.
Un plato puede: ser fácil pero no gustar, gustar pero no ser de fácil ejecución, ni ser fácil ni gustar o ser fácil pero no gustar. Así que, cuando logres que cumpla la primera de las opciones, apúntalo en la lista de DEFINITIVOS y apuesta por él año tras año.
Vale que la familia esté acostumbrada a un número infinito de entrantes pero alto... Te encargas tú por lo que piensa también en tu comodidad. Si puedes hacer una buena cena con 3 entrantes para compartir y luego un plato principal en vez de 2, no te preocupes, quizás este año no seas alabada pero al siguiente ya ni se acordarán.
Nada como incluir una pequeña variación en tus platos para que parezcan distintos. Puedes incluso mejorar un plato que no terminase de encajar y conseguir que se merezca estar entre los definitivos.
Tanto si el menú es sorprendente como si no, siempre lo será más con una buena decoración de la mesa así que: compra manteles navideños, coloca velas, flores... Cualquier elemento navideño quedará ideal y creará un ambiente único e ideal para que seas la mejor (o el mejor) de las anfitrionas.
