El alquiler de máquinas de juegos puede ser una fuente de ingresos alternativa para cualquier bar o establecimiento de hostelería, o bien puede ser el negocio en sí mismo, tal como ocurre con los salones de recreativos. Por sus características, estas máquinas no deberían de instalarse en solitario, sino que es bueno que haya varias ya que así varias personas pueden usarlas y los tiempos de espera serán mucho más cortos.
Sin ser salas de juegos, algunos bares optan por destinar una parte del mismo, como por ejemplo un área ligeramente separada, a este tipo de máquinas que les resultan más rentables que tener un mayor número de mesas.
Dicen que los jugadores son gente solitaria, sin embargo a los salones de juegos acostumbran a acudir en grupo. Esto es muy bueno para el negocio porque se tendrán de golpe varios clientes a un tiempo y aunque uno juegue y otros miren por tiempos, todos ellos pueden consumir bebidas o algunas golosinas. Estas pandillas suelen ser muy fieles y si encuentran un lugar de reunión en el que se sientan a gusto es posible que monten en el mismo su centro de reuniones y pase a ser su punto de encuentro habitual.
Las máquinas de juegos tienen un ranking en el que figuran los nombres de los mejores. Esto es un indicativo de lo mucho que les gustan los retos a los jugadores. Si les organizas un campeonato ni siquiera tendrás que poner un premio excesivamente importante, lucharán por el placer de ganar a sus contrincantes y de ser una especie de héroe local en el manejo de un determinado videojuego. Si sabes darle la propaganda adecuada, el campeonato puede suponer mucha publicidad y muchas ganancias para el local.
Ya que vas a tener a grandes pandillas en tu local aprovecha para ofrecerles otras cosas además de los juegos, como bebida y comida a buen precio. Si consigues que además de jugar en la máquina mientras beben algo se queden a merendar, no solo habrás alcanzado tu propio récord, además conseguirás muchas más ganancias. También puedes aprovechar las horas de menos afluencia para marcar una hora feliz o para ofrecer alguna promoción que atraiga a gente que peude ir tanto por el placer de jugar como por la promoción en sí misma.
