Todas las estanterías tienen como característica común que son sistemas de ordenación y almacenaje, pero existe una gran variedad de tipologías según las funciones para las que se destinen.
Como comentan los expertos de Estanterías Gamalux, hoy en día hay un sinfín de posibilidades y de soluciones capaces de ajustarse totalmente a las necesidades que puedan darse en cada caso.
Las estanterías pueden clasificarse según su uso doméstico o profesional, sus materiales, su altura, el número de baldas, su profundidad, su lugar de ubicación y muchos factores más.
A continuación, vamos a repasar los principales tipos de estanterías.
ESTANTERÍAS METÁLICAS
Las estanterías metálicas son polivalentes, con una dureza que permite colocar en ellas cargas de gran peso. Pueden encontrarse desde modelos aptos para trasteros o sótanos en viviendas hasta otros de dimensiones mucho mayores para tiendas o almacenes. Los dos principales tipos de estanterías metálicas son con tornillos y sin tornillos.
Las estanterías metálicas con tornillos son las más comunes y extendidas, si bien en los últimos años las estanterías sin tornillos han ganado mucho terreno gracias a su mayor facilidad de montaje, pudiendo soportar la misma carga.
ESTANTERÍAS DE MADERA
Las estanterías de madera cuentan con una capacidad de carga menor que la de las estanterías metálicas, por lo que sus usos se limitan más al doméstico y a pequeños comercios como boutiques de ropa, joyerías, etc.
Sus ventajas sobre las anteriores, sin embargo, se encuentran en el componente estético, ya que ofrecen un toque más cálido, acogedor y elegante, lo que supone un plus si van a estar ubicadas en un lugar visible a las visitas o al público.
ESTANTERÍAS DE RESINA
Las estanterías de este material están pensadas para cargas ligeras, como ropa, calzado, archivadores, documentación y otros objetos de poco peso. Aunque quizás no sean tan elegantes como las de madera, existen multitud de formatos con acabados en diferentes colores que ofrecen muchas opciones de decoración.
Sus principales ventajas son su fácil montaje y limpieza. Además, cuentan con una gran resistencia frente a la humedad, especialmente si se comparan con la madera, por lo que son ideales para ambientes húmedos.
