15 Nov
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Aunque a muchos les guste disfrutar de las temperaturas propias de los meses de otoño e invierno y de sonidos como la caída de la lluvia, lo cierto es que estos dos factores pueden llegar a perjudicar a nuestros hogares si no los cuidamos convenientemente, sobre todo, si ya tienen cierta antigüedad. Para evitarlo, lo mejor es poner en práctica estos consejos que desde Polvero Valdezorras, distribuidor de materiales de construcción en Sevilla, nos ofrecen para nuestro blog.

La humedad es un deterioro que aparece en partes de cualquier vivienda como techos, paredes o incluso puertas, ventajas y tuberías. Habitualmente, se traduce en grandes manchas acompañadas con bacterias y moho que crean un ambiente nada saludable, tanto para nuestro bienestar como para la salud. Aparte del problema estético, la humedad también contribuye a debilitar revestimientos como el yeso, la escayola o perlita. Cualquier elemento que esté en contacto con el suelo está expuesto a sufrir este problema.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que son muchas las causas que pueden provocar un problema de humedad en una vivienda, bien ya sea por filtración, capilaridad (desde el techo o el suelo) o por condensación (frecuentemente por falta de ventilación). Por eso, parece lógico que sea imprescindible localizar la causa de este problema para solucionarlo de raíz y de forma definitiva. También es posible que el factor causante sea la rotura o escape en una tubería, por lo que habrá que contactar con un fontanero sin dudarlo. Hay otros métodos muchos más efectivos para eliminar la humedad, entre otros vamos a destacar los siguientes:

Mortero antihumedad: hoy en día muchos fabricantes de materiales de construcción han desarrollado productos especialmente diseñados para transpirar y evitar que se corrompen con el paso del tiempo. Lo mejor es eliminar el revestimiento afectado y colocar una capa de este material por delante de un plástico que sirva de aislante.

Revisar las juntas de azulejos y baldosas: en las cubiertas hay que asegurarse de que no haya juntas desprendidas o donde falte mortero. Es una causa muy frecuente que el agua de lluvia se filtre por grietas en las solerías. Lo mejor en estos casos es revisar las lechadas y reponerlos en aquellos lugares en los que faltan. Una vez realizada esta operación se puede aplicar sobre la superficie de la baldosas algún producto impermeabilizante como pinturas de caucho (si es con fibras mejor).

Azulejos: los elementos cerámicos no son una solución por sí mismos, aunque muchos crean que colocando azulejos vayan a desaparecer el problema. Si no se ataja el problema original, las baldosas pueden terminar cayéndose porque la humedad debilite el mortero con la que están adheridas a la pared. Por eso, si quieres apostar por ellos, aunque en el mercado hay pinturas fabricadas para soportar bien la humedad, lo más adecuado es preparar bien la pared.

Una práctica muy frecuente es pintar las manchas de humedad con pintura convencional, algo que solo servirá para enmascarar el problema temporalmente (sobre todo si se aplica la pintura en épocas húmedas o sin dejar secar bien la superficie tras limpiarla a fondo con lejía o productos similares). Si las paredes afectadas están siempre húmedas es conveniente comprobar si la habitación a la que pertenecen tiene una ventilación adecuada. Hay que desterrar también el falso mito de que las barreras de vapor ayudan a eliminar la humedad, cuando en realidad lo que hacen es retardarla.

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