14 Jun
14Jun

El verano es la época del año que más utilizamos nuestro coche, salvo casos puntuales. En estos meses planificamos escapadas para disfrutar de unas merecidas vacaciones y buscamos planes de ocio para aprovechar las temperaturas agradables y el aumento de las horas de luz. Sin embargo todo no es tan bonito. Debido a ese incremento del uso, tal y como apuntan desde nuestro taller mecánico en Sevilla de cabecera, Jiménez Motor, es frecuente que aparezcan averías cuyos síntomas no habían aparecido hasta el momento. ¿Sabías que en este periodo aumentan las averías en torno a un 5%?

Los viajes largos y el calor son los principales enemigos de los coches en verano. No solo desgastan los neumáticos, sino que también ponen a prueba la capacidad del motor y el sistema eléctrico. No solo son los causantes de que no podamos disfrutar del viaje como quisiéramos, sino que pueden provocar que quedemos tirados en la carreta o, lo que es aún más grave, que suframos un accidente.

Como te podrás imaginar, los fallos más comunes son los relacionados con el aire acondicionado, pues un día sí y otro también tendremos que activarlo para disfrutar de una conducción agradable. Junto con las averías de termostato y válvula EGR forma el ranking de las causas que motivan la mayoría de las visitas de los coches a los talleres en los meses de calor. A continuación vamos a repasarla una por una.

Aire acondicionado: la principal causa de las averías de este componente es su inactividad durante muchos meses. No es buena idea ponerlo en marcha tras varios meses sin utilizarlo, sobre todo si lo ponemos de forma abusiva. A menudo, el problema es una falta de gas, algo que se arregla con una simple carga, pero en otras ocasiones se detectan el deterioro de los conductos o, peor aún, la rotura de los filtros o del compresor (una avería muy costosa que puede rondar los 800 euros). 

No es mala idea someter el sistema a una limpieza profesional en cualquier taller para eliminar las bacterias que han podido ocasionar los hongos acumulados en las pequeñas tuberías durante los meses de invierno. Una buena práctica para evitar todo esto es activar el aire acondicionado incluso en los días de frío para evitar el empañamiento de la luna delantera.

Termostato: cuando un motor sufre un calentón es probable que sea como consecuencia de que este componente o el electroventilador estén fallando, pues ambos elementos se encargan de controlar la temperatura del motor y que el flujo de líquido refrigerante llegue correctamente al sistema refrigerador y en estas fechas suelen trabajar intensamente. La reparación del primer aparato suele rondar los 120 euros, mientras que el del segundo asciende a unos 350 euros. Por eso, cuando el calor aparece resulta más fundamental que nunca comprobar los niveles de este líquido para evitar riesgos.

Válvula EGR: en primavera no solo el polen se encuentra suspendido en el ambiente, sino que otras partículas lo acompañan. Si se acumulan residuos en gran cantidad pueden provocar la rotura de esta válvula cuya sustitución cuesta en torno a los 350 euros.

Elevalunas: la avería viene provocada, al igual que ocurría con el aire acondicionado, por un uso excesivo tras varios meses sin apenas accionar el mecanismo. Los problemas suelen concentrarse por un fallo en el motor que levanta y baja el cristal o en el cable que transmite la orden. El arreglo de un sistema de elevalunas puede costar sobre 250 euros.

Desgastes: hay otros componentes que sufren un importante deterioro debido al calor. Los más conocidos son los neumáticos, ya que el asfalto puede alcanzar temperaturas en torno a los 70 grados en muchas ocasiones. A ello hay que unir conducir en largos trayectos con una presión inadecuada. También las baterías sufren las consecuencias del calor ya que pueden perder su carga, por eso se recomienda una puesta a punto en cualquier taller mecánico de confianza que comprueba el nivel de carga. Si sales de viaje, no olvides echar unas pinzas por si ocurre si tu batería llega al límite.

Alternador: este elemento está relacionado con el anterior, pues el encargado de obtener la energía mecánica y convertirla en electricidad para alimentar la batería y otros componentes eléctricos como el aire acondicionado, lo cual hace que tenga que trabajar a pleno rendimiento en los meses de calor. Una de sus piezas que sufre más desgaste en este tiempo es la correa, la cual puede sustituirse por unos 50 euros.

Una vez enumeradas las averías más frecuentes en verano y sus causas, lo mejor es que aproveches para hacer la revisión anual de tu vehículo y de paso comprobar que todos estos componentes se encuentran en perfecto estado para disfrutar con éxito de tus escapadas estivales. ¡Buen viaje!

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