12 Apr
12Apr

La mampara de ducha es uno de los primeros elementos que saltan a la vista al entrar en un baño. Y ya sabes lo importante que son las primeras impresiones. 

Sí, una mampara sirve para evitar que el agua se salga de la ducha y ponga el suelo perdido. Pero eso puede hacerlo cualquier mampara, bonita o fea, limpia o sucia. 

Para que el visitante se lleve una buena primera impresión de nuestro baño, es fundamental mantener la mampara de ducha lo más limpia y reluciente posible. Es una pena tener una mampara elegante en la que las manchas de cal echen a perder su imagen. 

Por suerte, gracias a los especialistas de Muebles y baños La Ranilla hemos recopilado los principales consejos para que puedas limpiar tu mampara de ducha fácilmente. ¡Toma nota! 

Mejor prevenir

Hay algunas medidas que puedes tomar para que la mampara se ensucie mucho menos y no tengas que estar limpiándola de manera tan constante. 

En primer lugar, seca la mampara después de cada ducha. Puedes hacerlo con un paño seco, pero lo ideal para que no quede ninguna marca es utilizar una espátula de goma para limpiar cristales. 

Una vez hayas acabado, también es importante ventilar el baño. Abre puertas y ventanas y activa el sistema de extracción de vapor en caso de que lo tengas. Así, conseguirás que no se acumule la humedad y aparezca moho en tu baño. 

Si tienes una mampara de cristal 

Actualmente, ya muchas mamparas de cristal incorporan un tratamiento antical que impiden la acumulación de la misma. Si es el caso de la tuya, puedes utilizar vinagre para limpiarla, ya que ofrece excelentes resultados como limpiador y desinfectante. 

Mézclalo con agua muy caliente y aplícalo impregnando la mampara. Déjalo reposar durante 10 minutos y luego procede a limpiar con un paño húmedo. Cuando acabes, seca todo bien utilizando un paño seco. 

Si tu mampara no tiene un tratamiento antical y la suciedad se te resiste con este método, añade a la mezcla un poco de bicarbonato de sodio. 

Si tu mampara es de plástico 

Las mamparas de plástico se ensucian más que las de cristal y las manchas tardan menos en aparecer en ellas. En este material la opción que mejores resultados suele ofrecer es la mezcla de agua, alcohol y amoniaco. 

Vierte esta mezcla en un recipiente con pulverizador y rocíala por toda la mampara. Al igual que en el caso anterior, limpia primero valiéndote de un paño húmedo y después emplea un paño seco para dejar la mampara totalmente seca y reluciente.

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