09 Apr
09Apr

Desde el pasado 14 de marzo España vive en estado de alarma debido a la crisis sanitaria de la Covid-19, una enfermedad muy contagiosa que ha provocado que millones de personas tengan que quedar confinadas en sus hogares sin poder hacer su vida diaria habitual. No podemos ir al trabajo, a disfrutar de momentos de ocio en bares o acudir al cine, por ejemplo, pero esta circunstancia también ha provocado a su vez que miles de coches tengan que quedar detenidos en las calles o garajes durante más de un mes, lo que puede tener consecuencias para ellos si no se tienen una serie de precauciones, tal y como señalan nuestros amigos de Autodiésel Valle, un taller mecánico Sevilla especializado en el mantenimiento de vehículos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es la edad del coche, pues los automóviles de más de 10 años corren más riesgo que los adquiridos recientemente. También tenemos que ser más cuidadosos si el vehículo está aparcado en la vía pública, pues puede sufrir las inclemencias del tiempo tan propias de esta época, algo que no ocurrirá si está confinado en un garaje bajo techo a salvo de ellas.

A continuación vamos a repasar los elementos que debes vigilar para que la cuarentena no pase factura a tu coche.

Batería: es probablemente el componente que más puede verse perjudicado por este periodo de inactividad. Incluso, si su carga estaba ya próxima a agotarse antes de la cuarentena, es muy posible que termine por descargarse del todo cuando ésta concluya. No obstante, para evitar que esto ocurra, si se trata de un coche con una antigüedad superior a los 10 años, basta con desconectar el borne negativo. Otro truco más sencillo para vehículos más recientes que cuentan con una electrónica más desarrollada –y si no tienes conocimientos de mecánica– es arrancar durante unos minutos el motor. Esta operación es recomendable practicarla en un lugar ventilado para evitar respirar el humo del escape.

Líquidos: el paso del tiempo también puede hacer mella en los líquidos de tu automóvil. Lo mejor es revisar lo antes posible que todos se encuentran por encima de los niveles recomendados por el fabricante, así, si tras estas semanas observas que los líquidos se encuentra por debajo de esas marcas, es muy posible que exista alguna fuga. En el caso del depósito de combustible, es recomendable que esté por la mitad, o casi lleno, pues si hay poco carburante dentro de él, éste puede terminar por evaporarse. Mención aparte merecen esos coches que están aparcados durante muchos meses. En este caso, lo mejor es vaciar el depósito por completo para evitar que su cubierta se corrompa por el contacto prolongado con la gasolina o el gasoil.

Neumáticos: las ruedas también pueden sufrir el paso del tiempo, pues si soportan durante mucho tiempo el peso del coche sobre un mismo punto de su cubierta pueden terminar por deformarse. Para evitarlo, lo mejor es mover un poco el coche al cabo de los días tal y como recomiendan desde nuestro taller mecánico de cabecera. Con unos centímetros basta. Además, también puedes situar la presión de los neumáticos un poco por encima de lo recomendado para evitar lo anterior.

Interior: siempre es conveniente no dejar ningún objeto de valor dentro del coche, sobre todo, si está a la vista de posibles ladrones. Si tu coche va a estar estacionado durante mucho tiempo al aire libre, lo mejor es que desalojes cualquier objeto que no sea imprescindible de su interior. Por otro lado, si el coche es bastante antiguo, quizá tenga problemas de sellado, por lo que si llueve abundantemente es posible que la humedad haga acto de presencia. Para ello, no hay nada mejor que colocar un deshumificador.

Exterior: la carrocería es quizá la parte que menos sufra por el paso del tiempo, puesto que sus defectos –si los tiene– no se van a incrementar con el paso del tiempo. Si tienes la oportunidad de contar con un garaje, guarda tu coche dentro y protégelo con una funda especial. 

Para terminar, hay que hacer hincapié en que solamente utilices el coche cuando sea imprescindible, pues la normativa exime incluso de acudir a la ITV, por lo que también se puede retrasar todas las revisiones que estuvieran planificadas. Por supuesto, cualquier reparación mecánica que no sea de envergadura (cambios de aceite, chapa y pintura…) puede esperar. De todos modos, algunos talleres mecánicos siguen trabajando solo para casos urgentes. Pero recuerda, ¡lo importante es cuidarse! 

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